Jorge Campos y Fulgencio Coll. | Jaume Morey

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La dirección nacional del Vox ha forzado a los líderes de los dos bandos en los que está dividida la formación a nivel insular, el presidente regional, Jorge Campos, y el portavoz en el Ajuntament de Palma, Fulgencio Coll, a que se comprometan a no provocar ni entrar en ningún enfrentamiento con el otro sector, al menos públicamente, «para no perjudicar al partido de cara a las próximas elecciones y que tengan opciones de ser candidatos». Madrid, de esta forma, reconoce el enfrentamiento personal entre sus dos activos más relevantes en la Isla, aunque confía, después de escuchar sus versiones, «en que prevalezca el interés común y se olviden de rencillas personales que solo perjudican la imagen de Vox», aseguran fuentes autorizadas.

Cabe recordar que en las últimas semanas numerosos afiliados y simpatizantes han recibido, a través de Whatsapp, varios escritos anónimos que incluían un contundente cruce de acusaciones. En el primero se criticaba al presidente regional y su entorno de «ningunear y torpedear» el trabajo del grupo municipal, en el segundo, los contrarios, acusaban al general y sus afines en Cort, de ir «por libre» y    no seguir las directrices del partido y de autoritarismo. Estos últimos días circula un tercer escrito    en el que se acusa a Campos de utilizar irregularmente fondos del partido y hacen una serie de revelaciones sobre su vida personal. Las dos polémicas, según las mismas fuentes, fueron judicializadas, investigadas y archivadas.

Ante las explicaciones solicitadas por la sede nacional tanto Campos como Coll han negado estar detrás de estos anónimos y de fomentarlos. De hecho    aseguran que ya tienen identificado al autor de, al menos, uno de los escritos y defienden que el objetivo del promotor es «desprestigiar a Jorge como candidato». En este sentido enmarcan los anónimos «en una campaña difamatoria a nivel personal que pretende perjudicarle a través de su familia».

Pruebas gráficas

En Madrid aseguran que existen fotografías que demuestran que el líder regional estaba en un hotel con su mujer e hijos en las mismas fechas en las que, según el último anónimo, cometió los hechos denunciados y que, «al tratarse de un tema estrictamente personal, que consideramos falso, no entraremos en el juego». En las oficinas del partido en la capital remarcan, igualmente, que tanto uno como el otro han reiterado que están a disposición de la formación se han comprometido a no hacer declaraciones públicas contra el adversario y han asegurado    que no tendrán    ningún enfrentamiento que perjudique a las siglas. «Aunque no haya entendimiento personal sí que existe a nivel ideológico», aseguran.