Foto antigua de El Molinar, con el paseo inundado antes de las obras.

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A día de hoy poco queda de El Molinar tal y como se le conocía antes. De ser una humilde barriada marinera con un paseo inundado por el mar ha pasado a convertirse en la meca de noreuropeos en busca de viviendas de alto standing en primera línea de mar. El pleno del Ajuntament de Palma rendirá este jueves un homenaje a Miquel Obrador, que acaba de publicar el libro Que 25 años no son nada. El presidente de Es Born d'es Molinar y de la Gent Gran del Molinar, y presidente honorífico de la Federació de Veïnats de sa Ciutat de Palma hace en él un repaso de su vida y, de paso, refleja la transformación que ha vivido el barrio.

«Conocí El Molinar en 1997 por las visitas que hacía con mi mujer y mi hermana Mati. No dejaba de asombrarme por las brutales carencias que sufría la barriada, tanto urbanísticas como circulatorias, sin olvidar la escasez de infraestructuras de las que ya gozaban otras zonas de Palma», cuenta Obrador.

Miguel Obrador

En la década de los 90 la primera línea de mar «se inundaba día sí y día también. Y además, El Molinar solo disponía de dos vías de circulación concentradas en la calle Ramonell Boix, hoy Llucmajor, y una primera línea de playa muy deficitaria para el tráfico rodado», recuerda el presidente de la asociación vecinal.

Obrador nació en 1938 en Es Jonquet y ayudó a su familia a superar la posguerra. Se convirtió en pastelero y se puso al frente de la conocida cafetería Alcalá. A los 30 años se trasladó a Es Molinar y allí comenzó su carrera como líder vecinal. En su libro, donde se entremezcla su propia biografía y la evolución histórica del barrio, Obrador recuerda el paseo del Molinar, «una infraestructura que acabó con las constantes inundaciones que asolaban la primera línea del barrio. Las fábricas arrojaban sus desechos al mar, como restos de pieles y cartones. La primera línea del Molinar era un auténtico caos en el que era imposible vivir».

El proceso de desaparición del Club Marítimo de El Molinar como entidad eminentemente marinera o «la manifestación de un millar de personas que protestaron por la decisión de Cort de instalar el Servicio de Acogida y Promoción Socials (SAPS) en El Molinar» son resaltados como grandes hitos en el libro.

«Si no llega a ser por la codicia de unos pocos, Son Bordoy habría sido una gran oportunidad para que jóvenes, mayores y vulnerables accedieran a viviendas en esta zona», se lamenta Obrador. Advierte que «al no construirse Son Bordoy, mucho de los vecinos se han tenido que ir a otros lugares por la gentrificación. No hay posibilidad de comprar nada. Hoy media Europa quiere vivir en El Molinar». «Como buen Tauro: si no tengo retos, los busco. Me he equivocado y he acertado y así moriré», dice con contundencia Miguel Obrador en su libro, escrito por José Luis Crispín.