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Vecinos de las inmediaciones de la calle Francesc Vidal i Sureda (La Bonanova) pusieron el grito en el cielo el pasado martes por la tarde tras comprobar que se había llevado a cabo la tala de alrededor de veinte árboles en esta calle que une la concurrida Joan Miró con el hotel Valparaíso. A su paso por el puente del Mal Pas, los operarios del Ajuntament de Palma han estado haciendo uso de las motosierras durante dos días.

Varios vecinos se han puesto en contacto con este periódico y han lamentado la tala. «Esto es como ‘La matanza de Texas'. Acabo de llegar del trabajo y de golpe y porrazo nos hemos encontrado con que han quitado casi una veintena de árboles», se lamentó Antònia Cladera, desde cuyo balcón tenía hasta esta semana unas vistas privilegiadas hacia una masa de árboles ya inexistentes.

Emocionada, señaló que «tenían más de cincuenta años y siempre han estado allí, en la Cuesta de los Locos», tal y como se conoce ese tramo entre los parroquianos, ya que «allí estaba situada la clínica psiquiátrica del doctor Mestre».

Algunos residentes ya se pusieron en contacto con el 010 alarmados por la tala, de la que no tenían noticia. Fuentes de Cort señalaron que se está llevando la cabo la tala de árboles por problemas de seguridad tras los estragos del último temporal, que tuvo lugar el domingo 27 de agosto con vientos huracanados de hasta 120 km/h.

«Hubo desprendimientos de tierra y el riesgo de caída de árboles en la calzada es muy grande. Ante la pérdida de asentamiento, se ha optado por la tala. En un primer momento, tras el temporal, fue tarea de los bomberos. Ahora es labor de Parcs i Jardins», señalaron desde el Consistorio. Tras despejar la zona, Cort comprobará si el terreno, que está erosionado, permitirá la plantación de más árboles.
Un extremo que coincide con el testimonio de una vecina: «A causa del viento cayeron piedras en la calzada. Los pinos quedaron muy afectados por el efecto del viento».

Mientras tanto, Cladera advierte que «el único pino que se cayó durante la tormenta estaba dentro del torrente y estaba sobre la calle Francesc Vidal i Sureda. Las ramas se cortaron y retiraron esa misma noche. Los pinos de la curva estaban completamente sanos».