El presidente de Fagib, Carlos Cortés ‘El Charly’, está muy molesto con el Ajuntament. | M. À. Cañellas

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Los ánimos están calientes entre la comunidad gitana de Palma. Durante las últimas semanas han ido recibiendo noticias que, según manifiestan, demuestran el desinterés del nuevo equipo de gobierno. A la pérdida de una subvención de 70.000 euros para el próximo año se suma ahora que su deseo de conseguir la antigua comisaría de La Soledat para convertirla en la sede de la Federación de Gitanos y Gitanas de les Illes Balears (Fagib). La semana pasada se conoció que este espacio tendrá un nuevo destino según los planes del Consistorio y podría acoger el nuevo recinto ferial.

El presidente de la entidad, Carlos Cortés, más conocido como ‘El Charly', se muestra indignado con el Ajuntament de Palma. «Ya me molestó que nos quedásemos sin subvención, pero es que ahora ya sabemos que no podremos acceder al espacio de la antigua comisaría, que habíamos solicitado para acoger la sede de Fagib».

El estado de las cuentas de la federación gitana es más que precario y en la actualidad deben más de 15.000 euros en concepto de alquiler. «Estamos pendientes de que nos desahucien en cualquier momento del local que tenemos en la calle Santa Florentina. Hace tres años que no pagamos el alquiler, menos mal que el propietario es buena gente porque sabe que no hemos cobrado ninguna ayuda económica», dice ‘El Charly'.

Lo curioso, denuncian desde Fagib, es que aunque para este año el antiguo equipo de gobierno les había asignado una subvención de 35.000 euros para llevar a cabo diversos proyectos, «no la hemos cobrado. Teníamos hasta el 20 de octubre de este año para justificar la subvención pero a esa fecha ya no nos dejaban justificar nada. De hecho, no nos pagaron ni siquiera el adelanto de 12.000 euros para iniciar el proyecto, que se hizo de manera gratuita y sin cobrar». ‘El Charly' denuncia que para 2024 se darán ayudas nominativas a Montisión y Cruz Roja pero no a Fagib, lo que les deja en una posición muy precaria.

La falta de ingresos está hundiendo a Fagib, que cuenta con 32 palés de comida para repartir entre los necesitados pero tienen falta de espacio. La oficina de La Soledat era, según dice Carlos Cortés, su salvación. «Hemos mostrado nuestro apoyo a Vox porque en estos últimos cuatro años son los únicos que se han preocupado por nosotros. Solo puedo hablar bien del antiguo regidor de Més, Antoni Noguera, que se ha volcado con el pueblo gitano, y el actual regidor de Medi Ambient, Llorenç Bauzá, que se ha portado muy bien porque teníamos inundaciones en Son Banya y lo arregló en 24 horas. Y además, retiró la basura de allí», dice Cortés.

Derribos

El presidente de Fagib, Carlos Cortés, se muestra indignado con Cort porque «no nos reciben». Mientras tanto, siguen a la espera de que se siga desmantelando Son Banya, donde viven alrededor de 200 personas a la espera de que les otorguen las viviendas prometidas para su realojo. Advierte que con la llegada del invierno las precarias construcciones se inundan y sufren continuos cortes de luz que las hacen inhabitables.