Imagen de una de las chabolas levantadas junto a una de las salidas de la Vía de Cintura. | F.F.

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Se ha convertido, por desgracia, en una parte más del paisaje urbano de Palma y otras ciudades del país. Y más, en zonas de elevado tránsito como la que nos atañe. Otra vez cerca de la Vía de Cintura -otros llamativos están en la zona del Estadi Balear-, en esta ocasión en las proximidades de la salida que conduce a la carretera de Valldemossa y la zona de Camp Redò, se ha instalado un asentamiento chabolista con infraviviendas levantadas con diversidad de materiales.

Dos de ellas se mantienen en pie, perimetradas con una cita que parece marcar el espacio que le corresponde a cada una de ellas. Pero lo peor es lo que las rodea. Ingentes cantidades de basura, desperdicios y, por encima de todo y como foco de posible peligro de incendio, numerosas botellas de cristal vacías yacen sobre el terreno, convertido en un improvisado vertedero incontrolado.

Los vecinos de la zona ya han llamado la atención de la Policía Local de Palma y de Emaya, dada la insalubridad generada a pocos metros, además de las viviendas, de un conocido centro comercial de la capital mallorquina, al cual acuden algunos de sus habitantes para adquirir bebidas alcohólicas. Todo ello genera, a su vez, molestias a los clientes del establecimiento, que limita con ese espacio en el que los indigentes se han instalado aprovechando su proximidad con Ca l'Ardiaca o Es Refugi.

Los malos olores, el riesgo de incendio o de incidentes y la posible aparición de ratas preocupan a los residentes de la zona próxima a la barriada de Camp Redò y su centro de salud han llevado a llamar la atención del Ajuntament de Palma, presentándose efectivos de Emaya y la Policía Local para comprobar el estado de ese terreno que limita entre un centro comercial y la Vía de Cintura.

Una ubicación que agrava el peligro ante un posible atropello o aparición sobre el asfalto de alguno de los habitantes del asentamiento, flanqueado por dos muros y la autovía y en el que la acumulación de residuos resulta evidente, llamando la atención especialmente de los conductores que entran en Palma a través de esa salida de la Vía de Cintura.