Imagen del asentamiento instalado tras la puerta de lo que fue el estadio Lluís Sitjar. | F.F.

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Cuando estuvo en pie, se convirtió en el hogar de decenas de sintecho. Una vez derribado, de lo que fue el estadio Lluís Sitjar apenas queda en pie la puerta protegida patrimonialmente que se ubica en la hoy calle Ramón Picó i Campamar -antes Doctor Gómez Ulla-, en la barriada palmesana de es Fortí. Una amplia explanada cubierta de hierba y perimetrada por un muro rodea ese espacio emblemático de la capital mallorquina, que tras el cierre por parte de Cort de la compra de los terrenos, espera a que la burocracia agilice los proyectos que allí tiene previstos el Ajuntament de Palma.

Pero a la espera de ello, y agazapados y protegidos por la fachada de la puerta del viejo Sitjar, un grupo de sintecho se ha instalado tras ella, levantando un pequeño asentamiento de tiendas de campaña que apenas asoma desde la vía pública, pero que ya ha llamado la atención de los vecinos de unos terrenos que tienen uso deportivo.

Una de las tiendas, asomando tras la puerta. Foto: F.F.
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La presencia de sus habitantes no pasa inadvertida para los residentes, que se han percatado de la llegada de estos nuevos 'vecinos' que han hecho suyo un altillo en lo que fue la parte posterior de la tribuna principal del antiguo estadio del Real Mallorca, que desde hace dos décadas yace silencioso a la espera de una intervención que recupere ese espacio de manera definitiva para la ciudadanía.

Parte del asentamiento, junto a la puerta del Sitjar. Foto: F.F.

En esos terrenos, el Ajuntament de Palma tiene previsto dar forma a un pulmón verde anexo al Parc de Sa Riera, dando así continuidad al proyecto de la Falca Verda. Un aparcamiento, un pabellón y un área deportiva son las actuaciones en mente del alcalde Jaime Martínez y su equipo en lo que fue el Lluís Sitjar, un solar que se suma a los que acogen asentamientos de personas sin hogar. Una imagen que se multiplica por diferentes rincones de Palma.