Las dos personas que se encargan habitualmente de la limpieza y
adecentamiento del cementerio de Ariany, Miquel Mestre Rosselló y
sor Ignàcia, religiosa de la orden franciscana, aseguran que nunca
han tirado huesos humanos al horno crematorio y que desconocen la
procedencia de restos humanos hallados la semana pasada en el horno
del cementerio.
Miquel Mestre, conocido en Ariany como l'ermità, es el encargado
de la limpieza de los nichos y tumbas cada vez que algún particular
solicita sus servicios. «Hace ocho años que realizo esta labor y
puedo asegurar que nunca he tirado restos humanos al horno.
Normalmente, cuando retiro los restos de un nicho, los recojo en
una bolsa y los dejo en un osario particular o en el osario
común».
Por su parte, sor Ignàcia manifestó a este periódico que
normalmente acompaña al hombre que se encarga de llevar a cabo la
limpieza del cementerio. «La última vez que se llevó a cabo una
limpieza fue hace aproximadamente 20 días y puedo asegurar que
nadie tiró restos humanos al horno. De hecho, el horno se utiliza
para quemar restos de flores secas y madera de los ataúdes»,
explicó. Por su parte, el forense de los juzgados de Manacor,
Javier Alarcón, ha confirmado que a pesar de no haber realizado
todavía la autopsia «ya se puede decir que los restos humanos
pertenecen a una personas mayor que llevaba bastante tiempo
enterrada y proceden de un osario común».
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