Los novios se besaron ante el numeroso grupo de invitados que acudió a la ceremonia en Calvià. Foto: TERESA AYUGA

TW
0

Julián Díaz y Rodolfo Olocco, Roddy, para sus allegados, jamás pensaron que la «oficialización» de su relación sobre un documento iba a levantar tanto revuelo, pero incluso así ayer al mediodía eran una pareja feliz y emocionada tras la boda oficiada unos minutos antes en el salón de actos del Ajuntament de Calvià. «Ha sido más emotivo de lo que nos pensábamos, pues sólo pretendíamos celebrar una fiesta y compartirla con nuestros amigos», dijeron los contrayentes, que llevan 14 años de vida en común.

Calvià acogió ayer la primera boda homosexual que se celebra en Mallorca, siendo pionera una vez más. Aunque esta unión escapa al marco legal, según advirtieron en su día el secretario de la Corporación y el Juzgado de Paz, la alcaldesa, Margarita Nájera, que ofició la ceremonia civil, se dirigió a la pareja para decirles que «sois muy valientes abriendo un camino nuevo para otras parejas que quieran seguir vuestros pasos». En abril de 1997, el Ajuntament acordó abrir un registro de parejas de hecho que contemplara abrir hojas especiales para uniones especiales, como la de Julián y Roddy. De hecho, ambos se inscribieron en el registro municipal en febrero de 1998 y ayer ratificaron su unión sentimental estrenando el libro de parejas convivientes.

La ceremonia estuvo cuidada al mínimo detalle y sólo fue mínimamente alterada por la presencia de numerosas cámaras de televisión y fotógrafos de prensa. Julián llegó el primero a la Casa de la Vila, enfundado en un impecable frac blanco. Cinco minutos después llegó Roddy, también de blanco, con una camisa estilo mao y una chaqueta corta. Un total de 25 parejas, ellos de negro y ellas de blanco, les hacían el pasillo. Un grupo de niños abría el camino portando las alianzas.