Dentro de dos meses, el Consistorio de Calvià podrá comenzar a
adjudicar las 102 viviendas sociales cuya construcción comenzó en
1991 de la mano del ex alcalde Francesc Obrador y de la actual
alcaldesa y entonces delegada de Urbanismo, Margarita Nájera. De
aquel centenar de viviendas que integraban la primera fase del Plan
de Vivienda 3000, ocho años después, sólo 22 están acabadas,
después de que en marzo de 1998 se adjudicaran por 130 millones de
pesetas el acabado de las mismas, tras la quiebra de la cooperativa
ugetista PSV.
Las 80 viviendas restantes serán adjudicadas por unos 677
millones de pesetas a la empresa Fomento de Construcciones y
Contratas SA.
El complejo de viviendas sociales está proyectado sobre una manzana
de 11.200 m2, delimitada por las calles Ocell del Paradís, Astor,
Àguila y Xoriguer. Las viviendas tienen de dos a cuatro
habitaciones y tienen una superficie útil que oscila entre los 63 y
los 90 metros cuadrados. El pliego de condiciones establece que con
cada casa se adjudica obligatoriamente una plaza de garaje,
valorado en 1.150.000 pesetas. El precio del metro cuadrado es de
113.275 pesetas, de modo que el precio final de cada vivienda va de
los 8'3 a los 12'3 millones de pesetas.
El Consistorio podrá ejercer el derecho de retracto durante diez
años. De este modo, al ser viviendas de precio asequible, se quiere
impedir cualquier especulación. Asimismo, el Ajuntament ha
advertido que dos cooperativistas que en su momento no quisieron
recuperar el dinero aportado, tienen garantizada una de las
viviendas de la primera subfase, ya concluida.
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