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MARIA VAZQUEZ Apenas 24 horas después de la entrada en vigor de la reforma circulatoria en el centro de Sóller, la Policía Local tuvo ayer que introducir una ligera modificación. El anterior acceso al centro para el tráfico procedente de Palma, por la calle Isabel II, se encontraba con dos señales de dirección prohibida con la excepción de los residentes, lo que provocó que durante casi todo el domingo numerosos conductores pasaran y luego, a media calle, se encontraran con otros vehículos que venían de frente, creándose situaciones problemáticas. Ayer se optó por prohibir totalmente el acceso por Isabel II, quedando sólo como vía de salida.

El sargento de la Policía Local, Miquel Quetglas, comentó ayer que «los problemas han sido mínimos» a pesar de la difícil estructura urbana de Sóller. El alcalde, Joan Arbona, también consideró que «la reforma ha comenzado bien» en los dos primeros días y que «no ha sido traumática», aunque admitió que no quedará más remedio que introducir algún cambio y escuchar a los colectivos quejosos, como los taxistas y los transportistas, que lamentan tener que dar toda la vuelta a la ciudad para llegar al centro. Algunos vecinos también han expresado su malestar con los cambios