El equipo de gobierno de Inca aprovechará la mayoría absoluta que
le otorgaron las urnas y presentará unos presupuestos arriesgados,
que suman un total de 2.600 millones de pesetas, que en relación a
los 1.500 millones gestionados en 1999 supone un incremento del 80
por ciento.
Según el alcalde de Inca, Pere Rotger, «con estos presupuestos
se prevé la ejecución de todas las obras de gran envergadura que el
actual equipo de gobierno quiere llevar a cabo a lo largo de esta
legislatura».
La ejecución de todas estas obras supondrá a las arcas
municipales la obligación de contraer un endeudamiento de 700
millones de pesetas.
De los 1.200 millones de pesetas destinados a inversiones, las
obras previstas en el Pla Mirall y que tienen que estar adjudicadas
antes del 31 de mayo del 2000, suponen un coste de 700 millones, de
los cuales el Govern de les Illes Balears deberá financiar el 50%.
Las inversiones previstas en el Pla Mirall son obras de reforma de
calles, asfaltado, alumbrado y aceras, así como obras de reforma y
embellecimiento de la Plaça des Blanquer y Plaça Mallorca,
construcción de la Plaça de la Llibertat y del parque natural del
Serral de ses Monges.
El Ajuntament emprenderá también obras financiadas en su
totalidad por las arcas municipales, siendo el proyecto más
ambicioso, con 225 millones de pesetas, la construcción de una
piscina cubierta. En el mismo apartado se prevén 105 millones para
la guardería municipal que el Ajuntament prevé construir en uno de
los pabellones del Cuartel General Luque y 70 millones de pesetas
para infraestructuras deportivas también en el General Luque.
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