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Cruz Roja entiende que es inviable económicamente el mantenimiento de una ambulancia en Andratx, por lo que esta organización ha decidido retirar este vehículo y destinarlo a otros servicios en Palma, aunque podrá desplazarse desde Ciutat al municipio «para llevar a cabo servicios preventivos, previo acuerdo con la entidad solicitante».

El presidente de la Cruz Roja de Balears, Gerard Bonet, considera que la situación es «insostenible» y advirtió que la filosofía de la entidad es «retirarse paulatinamente» de determinadas actividades para no «duplicar servicios que ya presta el Insalud a través del 061». No obstante, Bonet indicó a este periódico que su intención es reanudar el servicio si finalmente se llega a suscribir un convenio con el Ajuntament.

La alcaldesa, Margalida Moner, ha lamentado la decisión de suspender el servicio de la ambulancia y criticó el hecho de no haberse enterado de ello a través de la Cruz Roja sino por otros cauces. «Me extraña que la Cruz Roja, ni de Palma ni de Andratx, se hayan dirigido al Ajuntament para anunciar la retirada del servicio y en cambio remitan una nota de prensa», dijo la batlessa.

Moner explicó que el municipio cede a la Cruz Roja un local y que corre con el gasto de la electricidad, agua y telefonía fija y móvil. Además, el Ajuntament paga el seguro de la ambulancia y concede una subvención anual de 500.000 pesetas. Sin embargo, la alcaldesa dijo estar dispuesta a negociar la persistencia del servicio y comentó que las urgencias están garantizadas por las ambulancias del 061 que tienen su base operativa en Santa Ponça.