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MARIA VAZQUEZ Ballester pronunció ayer la conferencia del Día Meteorológico Mundial en el convento de los Sagrados Corazones de Sóller. En su parlamento, tras recordar el inicio del estudio meteorológico como actividad asociada a la guerra, el meteorólogo solleric señaló que la ciencia y los expertos en meteorología y climatología deben unir esfuerzos para solventar algunos de los graves de los problemas ambientales que se avecinan en el futuro.

Recordó que en 10 años 700 millones de personas pueden tener problemas de desnutrición y que en 2025 el estrés hídrico afectará a dos tercios de la población mundial. Ballester no dudó en insistir sobre la importancia de las inversiones mancomunadas en investigación. Como cada año, tras la conferencia tuvo lugar el emotivo acto de entrega de diplomas a los colaboradores más fieles del Centro Meteorológico Territorial de Balears. En esta ocasión, los galardonados fueron Andreu Lladó Martín, responsable de la estación meteorológica del Ferrocarril de Sóller desde 1969; Miquel Suau, colaborador del observatorio de Bunyola desde 1984; Santos Cabanellas, responsable desde 1975 del control de la Torre d'Ariant (Pollença), y Melsió Lladó, del eficiente observatorio de Can Sion (Campos) desde 1990. El director del Centro Meteorológico, Agustí Jansà, también tuvo palabras de reconocimiento para los recientemente desaparecidos Guillem Vila (Porreres) y Joan Tomàs (Banyalbufar).

El padre Barceló, del convento de los Sagrados Corazones, también fue premiado por su labor, y acto seguido el alcalde, Joan Arbona, agradeció la elección de Sóller y su microclima para celebrar una festividad como la de ayer. El acto fue clausurado por la delegada del Gobierno, Catalina Cirer, que aprovechó su intervención para agradecer la dedicación de Miquel Ballester al estudio de los fenómenos atmosféricos durante los últimos 50 años.