Pollença, Muro, Manacor, Selva, Mancor, Caimari y Sant Elm fueron
los primeros sitios de Mallorca en celebrar los tradicionales
Pancaritats.
Paellas, panades, robiols, formatjades e, incluso, arengades fueron
las comidas que ayer se degustaron durante las celebraciones de la
segunda fiesta de Pascua.
Todas empezaron pronto con la romería a las ermitas y la misa
para honrar a los santos. La gente en masa peregrinó para celebrar
estas fiestas, y no sólo del mismo pueblo, sino que hubo gran
asistencia de otros municipios.
En Pollença, por ejemplo, la tradición del día posterior al
Domingo de Pascua manda subir al Puig, donde los vecinos no hacen
paellas sino que se dedican a terminar los restos de toda la comida
que se ha cocinado durante la Semana Santa.
En Campanet, los quintos van pidiendo dinero por las calles
cantando el Goig a todo el que les da una limosna. Después, van a
buscar el pino que hoy van a subir a la ermita. Por otra parte, los
concursos de paellas o, simplemente, las grandes paellas preparadas
para cerca de un millar de personas fueron la constante en las
demás ermitas. Otra de las actividades que se repitieron en todos
los Pancaritats de la Isla fueron las actuaciones musicales, ya
fueran infantiles o jotas y boleros para las personas que quisieron
disfrutar de un buen rato con el ball de bot.
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