Dos técnicos de la Comissió de Patrimoni del Consell de Mallorca, a
petición del Ajuntament, se personaron ayer por la mañana en es
Barcarès para visitar el molí de sang y elaborar un informe sobre
el valor patrimonial de la construcción.
La Associació per a la Rehabilitació dels Centres Antics (ARCA)
ha solicitado al Consell que declare el edificio como Bien de
Interés Cultural (BIC), con el fin de garantizar su conservación.
ARCA ha instado al Ajuntament a llegar a un acuerdo urbanístico con
la empresa constructora, ya que entiende que hay unos derechos
adquiridos sobre el terreno.
Por esta razón, la asociación ha planteado al Consistorio la
posibilidad de integrar el molino de viento y el molí de sang. ARCA
dice que la existencia de dos edificios como estos tan cerca uno
del otro se trata de un hecho singular y único. En esta línea, se
encuentra la sugerencia que trasmitió al Ajuntament uno de los
vecinos de la zona que propone unir en una sola las dos isletas
donde se encuentran los molinos, una de las cuales es de propiedad
municipal. La nueva distribución dejaría una zona para equipamiento
municipal, como estaba previsto en el plan de urbanismo, e incluso
la promotora tendría más metros para construir.
El regidor de Patrimoni, Miquel Llompart, considera que la
solución ideal sería que los dos molinos quedasen integrados en la
zona, pero que se remitirán al informe de los técnicos de Patrimoni
antes de tomar una decisión al respecto. Por su parte el alcalde,
Miquel Ferrer, ha reiterado que se impondrá un grado de protección
hasta donde sea necesario. La intención del Consistorio es esperar
a la decisión del Consell de Mallorca para tomar una decisión
definitiva.
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