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T. GARCIES/M.C Los padres de los alumnos del colegio público de Ponent piden que se adopten medidas urgentes para mejorar la seguridad viaria en la zona del colegio. Aseguran estar intranquilos por el volumen del tráfico que hay en la zona en las horas de entrada y salida de clase y protestan por la falta de vigilancia policial. Desde la asociación de padres se pide la instalación de un semáforo en la carretera de Lloseta que obligue a reducir la velocidad a los vehículos que entran en la ciudad. De hecho, consideran que debido a esta velocidad los pasos de peatones no son seguros.

Además, la asociación de padres pide también la presencia de un policía al menos durante los 20 minutos que anteceden las entradas a clase. El presidente de la APA, Fernando Martín, asegura que «a veces, se manda un policía a la zona, pero llega tarde y no soluciona el problema».

Por otra parte, Martín también protesta por el mal estado en el que se encuentra el puente de hierro que atraviesa las vías del tren y que utilizan muchos niños para acudir a clase y pide que se mejore el cerco de las vías. Aunque hace tiempo que la asociación de padres reivindica todas estas mejoras, desde el Ajuntament, dicen, «todavía no se nos han dado soluciones».

Por su parte, el alcalde Pere Rotger aseguró ayer no tener constancia de las demandas de este colectivo escolar. No obstante, se comprometió a poner remedio a los problemas que denuncian y a enviar un policía para estudiar posibles soluciones. Sin embargo, según el alcalde, el problema que existe a la hora de poner un semáforo en la zona y de arreglar el puente del tren es que estas decisiones corresponden al departamento de carreteras del Govern y a SFM, respectivamente, y no al Ajuntament.