La estación de sa Pobla registró una intensa actividad durante todo el día.

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TOMEU GARCIES Diez mil personas utilizaron ayer el tren que une Palma y sa Pobla y más de 5.000 realizaron el trayecto de la nueva línea Inca-sa Pobla. El estreno dominical de la nueva línea no pudo ser más sonado.

Durante la mayor parte del día, el tren que ayer era gratuito en el trayecto Inca-sa Pobla funcionó casi al límite de su capacidad. La masiva demanda registrada estuvo a punto de desbordar a Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) que se vio obligado a fletar hasta 11 viajes extra respecto de los programados.

El horario inicial preveía salidas desde Inca y sa Pobla cada dos horas. Pronto la demanda de tickets se hizo notar en la estación de Palma, en donde se registraron largas colas que llegaron hasta el hostal Terminus. Esta demanda provocó que SFM fletase un tren especial pasadas las 10.30 horas para descongestionar una estación, en donde se vivieron algunos momentos de tensión cuando no todos los pasajeros cabían en los trenes de salida y se tenían que quedar a esperar el tren siguiente.

El día también fue de lo mas movido tanto en Inca como en sa Pobla donde pronto se vio que el horario fijado no servía para dar salida a todo el pasaje.

Ante la situación, SFM empezó a realizar viajes continuos entre las dos estaciones casi sin tiempo de espera. Esta circunstancia desorientó a algunos usuarios que tuvieron que esperar al llegar tarde al tren. Algo similar ocurrió en Llubí y Muro donde no se registró ni mucho menos tanto movimiento. A pesar de ello las esperas no fueron largas, ya que el tren cubría el trayecto de ida y vuelta en poco más de 30 minutos.