A falta de un balance oficial de datos, la baja ocupación de los
trenes de la línea Inca-sa Pobla era a media mañana de ayer
evidente. El pasado domingo, Serveis Ferroviaris de Mallorca, tuvo
que fletar un tren extraordinario para cubrir la demanda de los
viajeros que querían desplazarse entre ambos municipios
aprovechando que el viaje era gratuito.
Ayer por primera vez, los usuarios del tren a sa Pobla tuvieron
que pagar sus billetes, algo que aparentemente ha desanimado a los
viajeros cuyo número ha caído en picado. Viajar de sa Pobla a Palma
cuesta 870 pesetas ida y vuelta. Si bien en las horas puntas los
vagones estaban prácticamente completos, en horas intermedias
apenas una decena de personas optó por viajar en tren.
La baja ocupación fue especialmente evidente en las estaciones
de Muro y Llubí, donde apenas podían verse cuatro o cinco coches
estacionados. Los usuarios de Muro explicaron que «el viaje ha sido
estupendo, aunque todavía hay un par de cosas que fallan». Los
viajeros se quejaron de que los baños de los apeaderos están
cerrados y la iluminación no funciona.
Los vecinos de Muro y Llubí se quejaban, además, de que «el
domingo que era gratis no se podía coger el tren en Muro y Llubí
porque ya venían llenos de Inca y sa Pobla». Los afectados opinan
que «SFM debería haber reservado un vagón para que los murers y
llubiners también pudiéramos disfrutar del servicio».
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