Las lluvias acaecidas en el último mes han provocado un nuevo
vertido de aguas sucias de la depuradora de Inca hacia la finca de
la llubinera Martina Capó. La afectada pide que el nuevo año le
brinde una solución a un viejo problema que se repite cada vez que
arrecia el agua.
El origen de los vertidos se encuentra en la depuradora de Inca.
El agua procedente de la depuradora deja de estar canalizada a la
entrada del vecino término municipal de Llubí, por lo que se crea
un torrente artificial de más de un metro de anchura y dos
kilómetros de longitud que atraviesa la finca propiedad de Martina
Capó.
Capó ha denunciado al Ajuntament de Inca y le reclama ante los
tribunales 5 millones de pesetas por los daños ocasionados en sus
tierras. El contencioso ha sido admitido a trámite por el juez. La
afectada asegura que el agua sucia que atraviesa sus tierras ha
contaminado sus cultivos provocando que durante más de cuatro años
no haya tenido producción de naranjas. «Es porque quiero lo que es
mío, mis propiedades y mis tierras, si no hace tiempo que ya habría
vendido», explica.
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