El alcalde de Bunyola defendió ayer el sistema de recogida de
basuras con contenedores puesta en marcha el pasado día 1 y criticó
que las últimas protestas estén politizadas. «Está claro que hay
una politización; habían de encontrar algún motivo para ir contra
el alcalde y lo han encontrado con la basura», manifestó Mateu,
quien recordó que la decisión de suprimir la recogida domiciliaria
fue tomada por mayoría en un pleno en el que «sólo se opuso el
grupo Entesa d´Independents».
Miquel Mateu entiende que las personas que se manifestaron el
domingo para reivindicar que los residentes de la urbanización
puedan seguir sacando la bolsa de la basura a la puerta de casa «no
representan a todo Palmanyola». «Cada día hay más gente que me
felicita por haber puesto contendores», agregó el batle.
El alcalde niega que haya habido amenazas a los residentes que
protestan y asegura que los expedientes abiertos a quienes semanas
atrás depositaron bolsas de basuras frente a la Casa Consistorial
son una «infracción a la ley de residuos». «Además, aquel gesto
sólo puede ser interpretado como un insulto a la Corporación»,
agregó.
Miquel Mateu lamenta que los responsables de la Entidad Local
Menor de Palmanyola no den ejemplo y dice que no sabe si «decidir
el modo de recoger las basuras es lo suficientemente importante
como para convocar una consulta popular». El referéndum que
solicitan algunos vecinos sólo podría ser convocada previo apoyo
del 50% de los residentes en el municipio y la posterior
autorización del Gobierno central.
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