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J.M. SASTRE/C. VENY Dice una máxima del escritor Andrés Trapiello: «Libro que no has de leer, déjalo correr». La biblioteca municipal de Manacor «ha dejado correr» un montón de libros del archivo municipal y los ha enviado directamente al contenedor de papel de reciclaje.

En el contenedor ubicado al lado del Claustre del Convent y los juzgados, aparecieron ayer libros de todo tipo, genero y ediciones; obras antiguas y actuales. El libro más repetido fue una edición del premio Planeta 1996, «No digas que fue un sueño», de Terenci Moix. Poco a poco, muchos curiosos comenzaron a sacar ejemplares del contenedor. Aparecieron antiguos diccionarios de inglés, tratados de varios temas, una vieja edición del «Cantar del Mío Cid» o los discursos de Franco del año 1975. De los curiosos que se dieron cita, ninguno se quedó sin libro. Fueron muchos los que salvaron del olvido los personajes de las novelas que la biblioteca denostó.

Sorprendentemente, la biblioteca ha optado por dar esta salida a los libros cuando hay muchas librerías de segunda mano, de viejo o rastrillos donde se podrían haber enviado estos ejemplares. También hay ferias del libro o fundaciones donde se pueden vender a un precio asequible.

El director de la biblioteca, Antoni Ferrer, ha argumentado que «es un proceso que hacen todas las bibliotecas y se basa en la eliminación de los libros que por diversos motivos han quedado obsoletos, cuyo contenido ha dejado de ser producente o que están en mal estado y puede inducir a los niños a tratarlos mal. Por esta razón, los retiramos».