Los vertederos del Llevant serán objeto de un estricto plan de control

Los vertederos de Son Fortè y Son Terrassa fueron clausurados ayer y, a partir de ahora, no se podrá llevar a cabo ningún tipo de vertido en los dos recintos. Además, la obligación de las empresas que han explotado la actividad de los vertederos es de restituir los recintos. En el caso del vertedero de Son Terrassa, en Capdepera, al ser municipal, ya dispone de un proyecto para regenerar y restituir el recinto con una subvención de 18 millones de pesetas del Consell de Mallorca. Son Fortè, en Artà, es propiedad de la familia Truyols Rovira y el vertedero ha sido explotado por la empresa Triatge 2000. El Ajuntament d'Artà les ha notificado la paralización de las actividades llevadas hasta ahora y su obligación de restituir la cantera.

La clausura de los dos vertederos ha sido posible gracias a la puesta en funcionamiento de la planta de selección de escombros de ses Fontenelles, que desde el miércoles dispone de las licencias pertinentes, mientras que la Conselleria de Medi Ambient ha autorizado la actividad a las plantas ubicadas en Manacor y Llucmajor, gestionadas por la empresa Triatge 2000, mientras se están tramitando las correspondientes licencias de actividades para poder seleccionar y tratar los restos de demolición de obras, así como la separación de voluminosos y material inerte.

Los ayuntamientos de Artà y Capdepera acordaron llevar a cabo una serie de actuaciones conjuntas entre las que cabe destacar la campaña de información dirigida a los sectores afectados como constructores y transportistas de la nueva situación. Asimismo, se realizaran controles periódicos por los policías locales para asegurarse de que no se realizan vertidos en los recintos. También se averiguará si en la planta de selección se realizan las actividades adecuadas.