Los propietarios de tiendas, bares y restaurantes ubicados en el
tramo de la calle Bisbe Llompart, que abarca desde la plaza de sa
Quartera hasta la estación del tren, se opondrán firmemente a la
peatonalización de esta vía mientras el Ajuntament no habilite
nuevos aparcamientos. Los comerciantes de Bisbe Llompart se
reunieron ayer a mediodía con el alcalde, Pere Rotger, y con el
regidor de Urbanismo, Bartomeu Seguí, que les informaron sobre las
obras de embellecimiento que se están realizando en la zona.
El Ajuntament anunció hace unos días la posible peatonalización
del tramo de Bisbe LLompart, situado entre Jaume Armengol y la
plaza de sa Quartera. El Consistorio realizó una encuesta entre los
comerciantes afectados para conocer el grado de aceptación de esta
idea y sólo dos propietarios se mostraron contrarios al proyecto.
No obstante, el Ajuntament no extendió la encuesta a los dueños de
los comercios del resto de la calle, que se oponen firmemente.
Los comerciantes de Bisbe Llompart, cuyas tiendas se ubican
entre sa Quartera y la estación, entienden que la peatonalización
parcial de la calle no tiene sentido, por lo que recomiendan una
peatonalización global de la vía, eso sí, aumentando antes el
número de aparcamientos en la zona. El Ajuntament realizará ahora
una encuesta entre los residentes de la calle Bisbe Llompart para
comprobar si sus opiniones se corresponden con las de los
comerciantes afectados. Hasta entonces, el Consistorio no tomará
una decisión definitiva sobre esta vía.
Por otra parte, los vecinos de la zona se han quejado de la
falta de seguridad con que se están realizando las obras de
embellecimiento en Inca. La mayoría de las zanjas carecen de vallas
de protección y los viandantes se ven obligados a sortear todo tipo
de obstáculos para atravesar la plaza del monumento a Fluxà.
Durante la pasada semana, las máquinas compartían espacio con los
paseantes.
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