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TOMEU GARCIES/E.B. Los propietarios de tiendas, bares y restaurantes ubicados en el tramo de la calle Bisbe Llompart, que abarca desde la plaza de sa Quartera hasta la estación del tren, se opondrán firmemente a la peatonalización de esta vía mientras el Ajuntament no habilite nuevos aparcamientos. Los comerciantes de Bisbe Llompart se reunieron ayer a mediodía con el alcalde, Pere Rotger, y con el regidor de Urbanismo, Bartomeu Seguí, que les informaron sobre las obras de embellecimiento que se están realizando en la zona.

El Ajuntament anunció hace unos días la posible peatonalización del tramo de Bisbe LLompart, situado entre Jaume Armengol y la plaza de sa Quartera. El Consistorio realizó una encuesta entre los comerciantes afectados para conocer el grado de aceptación de esta idea y sólo dos propietarios se mostraron contrarios al proyecto. No obstante, el Ajuntament no extendió la encuesta a los dueños de los comercios del resto de la calle, que se oponen firmemente.

Los comerciantes de Bisbe Llompart, cuyas tiendas se ubican entre sa Quartera y la estación, entienden que la peatonalización parcial de la calle no tiene sentido, por lo que recomiendan una peatonalización global de la vía, eso sí, aumentando antes el número de aparcamientos en la zona. El Ajuntament realizará ahora una encuesta entre los residentes de la calle Bisbe Llompart para comprobar si sus opiniones se corresponden con las de los comerciantes afectados. Hasta entonces, el Consistorio no tomará una decisión definitiva sobre esta vía.

Por otra parte, los vecinos de la zona se han quejado de la falta de seguridad con que se están realizando las obras de embellecimiento en Inca. La mayoría de las zanjas carecen de vallas de protección y los viandantes se ven obligados a sortear todo tipo de obstáculos para atravesar la plaza del monumento a Fluxà. Durante la pasada semana, las máquinas compartían espacio con los paseantes.