Joan Cabot asegura que el vertido de aguas sucias procedentes de la depuradora contamina su pozo.

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TOMEU GARCIES/E.B. La estación depuradora de Santa Maria está vertiendo aguas sucias en las fincas vecinas de forma indiscriminada. Los propietarios de las parcelas anexas a las instalaciones han denunciado los hechos ante la Policía Local. Las aguas sucias proceden de una gran balsa que ha sido construida en un lateral de la parcela. Los vecinos Joan Cabot y Amalia Contreras aseguran que este embalse fue construido hace un año a toda prisa sin ningún tipo de permiso. Explican además que la empresa constructora no lo impermeabilizó.

Aunque han presentado denuncias ante Medi Ambient y el Defensor del Pueblo, los vecinos explican que la balsa ha seguido llenándose poco a poco hasta que el pasado jueves por la noche el agua rebosó y ha comenzado a derramarse. La Policía Local se personó en el lugar y realizó un completo informe de los hechos que incluye un dossier fotográfico.

El vecino Joan Cabot afirma que está muy preocupado porque tiene un pozo a sólo 35 metros del embalse y teme que se haya podido contaminar el agua. En este sentido, explica que la ley establece que este tipo de instalaciones tienen que ubicarse a una distancia mínima de 350 metros de un pozo. Cabot mantiene que existen otros pozos en la zona que, aunque respetan la distancia legal, también pueden ser perjudicados si el acuífero se contamina. Precisamente uno de los pozos relativamente próximos es el pozo municipal de Molinets, con el que el Ajuntament suministra la mayoría del caudal del pueblo.

Los vecinos creen que la balsa se construyó después de que se comprobase que la depuradora no podía asumir todo el caudal procedente del pueblo. En este sentido, manifiestan que la situación puede empeorar cuando se conecte el polígono industrial a la red de alcantarillado. Los vecinos afectados dicen que disponen de informes de Sanitat en los que se expone bien claro que la nueva balsa fue construida de forma ilegal. Denuncian además que resulta difícil permanecer en la zona por las tardes debido a la proliferación de mosquitos. Según los vecinos, el Ajuntament se ha «lavado las manos» con este asunto y responsabiliza de los hechos al Institut Balear de Sanetjament (Ibasan).