Raixa tiene 52 hectáreas de tierra y una superficie construida de 3.400 metros cuadrados.

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El Consell de Mallorca tiene la oportunidad de comprar en estos momentos la possessió de Raixa (Bunyola) por 1.200 millones de pesetas. Los apoderados de los propietarios de la finca, Francesc Ramallo y Emili Gené, se reunieron ayer con la presidenta del Consell, Maria Antònia Munar, a quien informaron de que los herederos de Raixa han llegado a un acuerdo, plasmado en un acta notarial, para proceder a la venta de la casa.

El organismo insular tiene derecho preferencial en la adquisición de la finca como institución que declaró la possessió Bien de Interés Cultural (BIC). Después del Consell, el Govern también podría optar a la compra antes de pasar a manos particulares, según explicaron los representantes legales de la propiedad. Aunque no concretaron cuántas, los apoderados de los propietarios confirmaron que ya hay varias ofertas de compra de Raixa de particulares extranjeros y mallorquines.

«Ha sido difícil que los cerca de 20 propietarios de la finca, descendientes de la familia Jaume, se pusieran de acuerdo para vender Raixa puesto que están muy desperdigados "algunos de ellos residen en Uruguay y Argentina" y las sensibilidades son diferentes, pero sí agradecerían que la finca se quedará en manos de una institución pública», subrayó Emili Gené. De momento, el Consell no tiene un plazo para decidir, pero en el momento en que haya una oferta firme de compra-venta de Raixa, la institución dispondrá de 2 meses para igualarla o renunciar a la finca.

Maria Antònia Munar, presidenta del Consell, anunció que hoy mismo convocaría a los portavoces de las formaciones políticas del Consell para exponer la oferta y conocer el interés de los grupos. «Raixa es una finca emblemática con historia. El precio es lógico, aunque no hay una comparación posible para determinar si es caro o barato. Lo importante sería que quedase en manos de una institución», indicó. «Sin duda alguna, el Consell debería recurrir al endeudamiento si se da el asentimiento a la compra. Raixa podría ser una muestra de la vida que se llevaba hace 100 años o bien residencia de visitas ilustres».

Los portavoces del PSM, PSOE y EU se mostraron ayer cautos frente a la oferta. El nacionalista Antoni Alorda recordó que el PSM siempre ha sido partidario de la compra, pero «no hay que pagar un sobreprecio. Es preciso realizar un peritaje y pagar un precio justo proporcional al provecho que se pueda sacar. El Estado también se podría implicar en la compra». Francina Armengol, portavoz del PSOE, destacó que sería importante que Raixa fuese de uso público, «pero es necesario ver las posibilidades ecónomicas de compra». Marilena Tugores (EU) opinó que el interés de la finca es evidente: «Hay que estudiar si el Consell es la institución más adecuada para esta compra y si el precio es razonable».