La suciedad que dejan en la calle los vendedores ambulantes del
mercado del Dijous dificulta enormemente la limpieza de las vías
por donde discurre el mercado e impide abrirlas al tráfico con
rapidez. Para evitar este retraso, se obligará a los vendedores a
dejar limpias las áreas ocupadas.
La ordenanza municipal de mercados indica que todos los
vendedores deben dejar limpio el lugar que ocupan. La ordenanza de
limpieza contempla multas de entre 5.000 y 25.000 pesetas para
todos aquellos dejen sucia la vía pública. Atendiendo a estas dos
normas, el Ajuntament tiene previsto comunicar a todos lo
vendedores su obligación de limpiar el lugar que ocupan. «No puede
ser que cuando se marchan, la calle quede hecha una porquería
porque ello hace que la limpieza posterior de la calle se retrase y
no podamos abrir, hasta bien avanzada la tarde, las calles del
centro al tráfico de coches», señaló el regidor de mercados, Josep
Bennàssar.
El cierre de las calles más céntricas debido al mercado añadido
al cierre de muchas vías por obras provoca todos los jueves
retenciones en las calles que bordean el centro.
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