El anuncio realizado por el equipo de gobierno del Ajuntament
d'Inca de que una inversora danesa estudia construir un parque
temático de 500.000 metros cuadrados en el término municipal ha
levantado ampollas entre los políticos, los comerciantes y la
Comissió Insular d'Urbanisme del Consell Insular.
Son pocos los que ven con buenos ojos una iniciativa que promete
la creación de 1.000 nuevos puestos de trabajo pero que tendrá un
alto coste territorial y social.
Los ecologistas del GOB han sido cautos. «Tenemos nuestras
sospechas, pero prefiero ser prudente y no pronunciarme hasta
conocer el proyecto», dice su portavoz, Miquel Àngel March.
Menos prudente fue el portavoz de Esquerra Unida en Inca, David
Abril, que acusa al equipo de gobierno de paralizar la aprobación
del Plan General de Ordenación Urbana para incluir este proyecto
que precisaría la recalificación de 500.000 m2 de suelo
rústico.
El vicepresidente de la Comissió Insular d'Urbanisme y portavoz
del PSM en Inca, Antoni Alorda, también se muestra tajante y
califica de «barbaridad» la creación del parque temático a la vez
que explica que «esta operación no podrá obtener un interés
general».
El presidente de la PIME de Inca, Pere Ferrer, advierte que si
este proyecto tiene que servir para crear otro Arenal decimos
rotundamente no».
El presidente de los comerciantes, Josep Nicolau, cree que la idea
es interesante si se crean buenas infraestructuras.
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