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TOMEU OBRADOR Las críticas vecinales que genera el proyecto de remodelación de la plaza de Can Pere Ignasi han aumentado ostensiblemente como consecuencia de la llamativa estética que está tomando este conjunto emblemático ubicado en el casco antiguo de la población. La colocación de unas vidrieras de aluminio y la construcción de una torre-ascensor, que ha provocado una considerable reducción de la céntrica explanada, son las principales intervenciones que han desatado la polémica.

Las obras acumulan un retraso aproximado de un año y son seguidas de muy cerca por los residentes. Asimismo, los grupos de la oposición coinciden en criticar que «el proyecto inicial no tiene nada que ver con lo que se ha hecho y se está haciendo actualmente. Los cambios son múltiples».

Para UM, «la plaza tendría que ser el escenario neurálgico de Campos. Ahora ya no lo será. A nadie le gusta su imagen, nada respetuosa con la arquitectura típica de la zona». Para los ediles del PSM, «la plaza de Can Pere Ignasi ha perdido todo el sentido de lo que debe ser una plaza mayor. Es más, el Ajuntament no tendría que permitir el uso de materiales expresamente prohibidos (como las vidrieras) por las Normas Subsidiarias». Finalmente, el PSOE se muestra rotundo y manifiesta que «estéticamente, todo está mal. Pretenden contrastar la nueva construcción con el antiguo casal y casas anexas. No hay un proyecto definitivo y van cambiando».