El concesionario de las playas de Santa Margalida ha colocado mil
hamacas más de las permitidas, multiplicando así sus ingresos por
el alquiler de las sillas y sombrillas. La empresa Pulpillo cobra
400 pesetas por hamaca y día. La policía detectó el exceso de
hamacas durante el pasado fin de semana en una inspección ocular
realizada a raíz de las denuncias de los bañistas, que se quejan de
que apenas queda arena libre para colocar las toallas sin tener que
pagar.
El delegado de Can Picafort, Félix Estelrich (CPU), encargó un
informe policial sobre los hechos. Estelrich se mostró sorprendido
por el exceso de hamacas y notificó el incumplimiento del convenio
a la comisión de gobierno que votaba ayer los recursos de
interposición presentados contra la adjudicación de las playas.
El PP rechazó ayer, basándose en un informe jurídico, los
recursos presentados por el PSOE y la empresa Riutort, según
explicó el regidor Félix Estelrich (CPU) por lo que la concesión de
las playas seguirá todo el verano en manos de Pulpillo. No
obstante, Pulpillo tendrá que retirar el exceso de hamacas en los
próximos días si no quiere ser sancionado.
En las playas de Son Bauló hay actualmente 255 sombrillas y 543
hamacas cuando solo está permitida la explotación de 200 sombrillas
y 400 hamacas. En el tramo de playa ubicado entre el hotel Platja
Dourada y Santa Fe, Pulpillo explota 313 sombrillas y 696 hamacas y
debe tener 175 y 350, respectivamente. Entre el hotel Picafort
Beach y la cafetería Chocolate, se ha detectado un exceso de 190
sombrillas y 380 hamacas mientras que entre la cafetería Hawai y la
cafetería Blau Blu hay un exceso de 50 sombrillas y 100 hamacas.
Entre el hotel Bahía y el hotel Miramar, Pulpillo gestiona 20
sombrillas y 40 hamacas de más. El total de hamacas explotada
excede en 1.009 unidades las permitidas.
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