La reconstrucción del edificio de la lonja de Porto Cristo, que ha
generado una gran polémica a causa del fuerte impacto visual que
provoca, según los vecinos y el Ajuntament de Manacor, será
paralizado de forma cautelar a la espera de que la Direcció General
de Litoral y el Consistorio local adopten una decisión conjunta
sobre la conveniencia o no de derribar la planta superior del nuevo
edificio.
Ayer por la mañana, el director general de litoral, Onofre
Rullan, visitó las obras y explicó que «de ahora en adelante,
Govern y Ajuntament actuaremos conjuntamente en los proyectos de la
costa. Los técnicos de Medi Ambient y los del Ajuntament estudiarán
si es necesario el proyecto de la lonja. Si es así, procederemos a
su derribo».
En referencia a la construcción de una vivienda para el
vigilante portuario, obra que ha sido objeto de muchas críticas por
estar ubicada en la planta superior, Rullan afirmó que «si los
técnicos no la ven con buenos ojos, buscaremos otro lugar». El
alcalde de Manacor, Miquel Riera (ALM-UM), manifestó que aunque
desde del Ajuntament apostamos por el derribo de la parte con más
volumen del edificio y así se lo hemos trasmitido a la Conselleria.
Es necesario estudiar un proyecto más global encaminado a remodelar
toda la primera línea de la costa».
Este proyecto integral no sólo incluye una solución para
equilibrar el impacto visual de la lonja, sino también la
construcción de los nuevos aparcamientos subterráneos, la supresión
del párking para autobuses y taxis y la recuperación del antiguo
chiringuito.
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