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LUIS PLANAS El pleno del Ajuntament de Santa Maria aprobó el jueves una modificación de los parámetros urbanísticos del municipio que restringe la construcción y reforma de las viviendas que están ubicadas en suelo rústico. La nueva normativa urbanística exigirá que las parcelas tengan un mínimo de 21.000 metros cuadrados o tres quarterades para poder construir cuando ahora solo se pedían 14.000. El volumen máximo de las construcciones en suelo rústico se limita a 450 metros cúbicos.

La modificación no solo afecta a las viviendas de nueva planta sino que también se refiere a la reforma de las viviendas ya existentes que, a partir de ahora, solo podrán aumentar en un 25 por ciento sus dimensiones. La aprobación de esta modificación con los votos del equipo de gobierno (PSM) coincide con las peticiones que han realizado los nacionalistas en torno a la moratoria del Consell de Mallorca. El PSM defiende la necesidad de aumentar la protección en suelo rústico.

El teniente de alcalde, Joan Serra, explicó al pleno que «la moratoria puede cargar la presión urbanística en suelo rústico y creemos necesario este aumento». El portavoz del PP, Antoni Cañellas, pidió en el pleno que la modificación de la normativa urbanística quedara sobre la mesa «por la cantidad de incoherencias que hay en el texto sobre los parámetros y por la discriminación de las viviendas ya existentes».