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JOSEP MARIA SASTRE Hubo un tiempo en que los caballos, asnos y someres tenían un lugar privilegiado en los hogares. Eran imprescindibles y se cuidaban como tales. En estos tiempos de carreteras saturadas, un grupo de felanitxers conmemora, año tras año, los tiempos en que sus antepasados viajaban con carros tirados por los animales hasta la zona costera de Portocolom para pasar un día en la playa. Ayer, unas 48 bísties y 24 carros llevaron a unas 150 personas desde Felanitx hasta Portocolom por caminos secundarios.

La comitiva salió sobre las siete de la mañana y llegó a la costa sobre las 11'30, tras realizar un alto en el camino para reponer fuerzas, más necesario para los animales que para los excursionistas. A los hombres y mujeres y niños pequeños a caballo se unió gente en bicicleta. Pero no todos salieron de Felanitx, en el trayecto se añadió gente de los núcleos urbanos de Calonge, s'Horta e, incluso, acudió gente de Campos. Esto demuestra que la excursión es todo un acontecimiento que se va consolidando en toda la zona del Migjorn.

A la llegada a la playa de Portocolom, el pasado, la tradición se encontró con la zona hotelera. El contraste dio aún más fuerza a la estampa de los animales y los extranjeros contemplaron estupefactos el espectáculo. Una vez en Cala Marçal, los animales comieron y bebieron para reponer fuerzas mientras los amos se brindaron un merecido chapuzón y otros comenzaron a preparar la comida. Tras ella, se llevaron a cabo juegos infantiles, carreras de pollos y patos y un sorteo de regalos de los colaboradores.