Unos tres mil marxaires reivindicaron ayer la puesta en funcionamiento del tren de Llevant. Foto: M. FUSTER

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Unos tres mil marxaires reivindicaron ayer la puesta en funcionamiento del tren de Llevant recorriendo las vías ferroviarias de Manacor, Sant Llorenç, Son Carrió, Artà y Son Servera. Las personas que se concentraron en la cuarta edición de la Marxa pel Tren de Llevant procedían de distintos puntos de la Isla, entre los cuales, había gente de los municipios de Palma, Sineu, Petra, Vilafranca, Manacor, Sant Llorenç, Son Servera, Artà y Capdepera.

La Marxa también contó con la presencia del president del Govern, Francesc Antich; el vicepresident, Pere Sampol; la consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló; y el nuevo conseller d'Obres Públiques, Francesc Quetglas, quienes se concentraron en el complejo urbanístico de s'Era de Pula para recorrer a pie las vías ferroviarias que conducen hasta la estación de Son Servera. Allí fue precisamente donde tuvo lugar la concentración de todos los marxaires y se celebró un almuerzo multitudinario seguido de un concierto organizado por la Associació Músics per la Llengua.

Poco antes del almuerzo, cuando los caminantes procedentes de distintos municipios iban llegando, el alcalde de Son Servera, Antoni Oliver (PSM), hablando en representación de los ayuntamientos de Manacor, Sant Llorenç, Petra, Sineu, Vilafranca, Artà y Capdepera, organizadores de la IV Marxa pel Tren de Llevant, destacó en su discurso que «a la hora de pagar impuestos al Estado español siempre nos tratan como ciudadanos de primera, pero a la hora de recibir inversiones nos tratan como ciudadanos de tercera. De cada 100 pesetas que les enviamos, nos devuelven tres. Queremos ser solidarios, pero no discriminados, y por ahora lo somos».