La delicada situación financiera por la que atraviesa Majórica ha provocado la alarma en toda la comarca de Manacor.

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RUIZ COLLADO/MARGALIDA FUSTER El director general de Majórica, Vivien de Mesquita, reconoció ayer en Palma que en la operación de compraventa de la empresa, «nos equivocamos y subestimamos los problemas. La solución pasa ahora por adoptar una serie de medidas drásticas que permitan limpiar la empresa, reducir gastos y planificar un relanzamiento comercial en todos los ámbitos. Pero para ello es necesario y vital que el Govern también colabore en este plan, tal y como lo han hecho ya los accionistas y entidades financieras acreedoras al aprobar una carencia de pago de créditos e intereses por un plazo de tres años».

De Mesquita puntualizó que en la operación de compra de Majórica, realizada en 1998 y en pleno boom expansivo de la economía balear y del sector turístico, «el capital invertido puro y duro sólfue de 1.000 millones, a los que se sumaron 2.000 millones en préstamos subordinados por los accionistas y 7.000 a base de créditos bancarios (el 80% de los mismos concedidos por el Santander Central Hispano). De este montante, se han logrado devolver a los bancos 2.000 millones.

El acuerdo alcanzado recientemente con los accionistas y bancos es que el pago de los créditos bancarios (5.000 millones) y préstamo subordinado más lo intereses generados en este tipo, que suman en total 4.700 millones (hay que sumar los 1.000 de capital puestos más los 300 millones que aportó el accionista mayoritario Alpha en junio de este año) quedan en suspenso mediante un período carencial de tres años, dado que en la actual coyuntura Majórica no tiene la capacidad suficiente para afrontar las deudas y reducir los costes financieros. Durante el período 2002-2004, reduciremos los gastos de estructura y libres de las cargas crediticias podremos situar a Majórica como una empresa sin costes operativos al planificar toda su operativa comercial y mejorar su comercialización. Con los ingresos que se generen en este período podremos reconstruir la deuda y sanear Majórica».

La petición que Majórica hace al Govern es que «conceda préstamos blandos, por valor de unos 1.000 millones, para todo el tema de prejubilaciones e indemnizaciones. Su aportación es vital y esperamos que nos den una respuesta positiva antes de un mes. A esto habrá que sumar, dentro del nuevo plan de relanzamiento, los 500 millones que tienen que aportar los socios y la regulación de empleo de 188 trabajadores. Son condicionamientos que se tienen que cumplir a rajatabla. Majórica no va a desaparecer y confíamos que con estas medidas de choque se relance la empresa en todos los niveles, pero para ello necesitamos el apoyo del Govern».