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Durante la inauguración de la nueva delegación y sede de la Fundació Deixalles de Calvià, habilitada en una nave de la calle Alacant del polígono de Son Bugadelles, todos sus responsables reivindicaron una vez más el proyecto «medioambiental y, sobre todo, humano, de personas» que palpita en esta iniciativa. El obispo de Mallorca, Teodor Úbeda, comentó que «lo más importante son las personas» y agradeció la colaboración de las instituciones en esta propuesta que recibe la ayuda inestimables «y anónima» de cientos de ciudadanos.

El presidente de la empresa municipal Calvià 2000, Antoni Manchado, calificó la inauguración de ayer de «entrañable» e insistió en que se trata de un proyecto «de personas y medio ambiente». La Fundació Deixalles de Calvià comenzó a funcionar en 1999 con el objetivo de dar empleo a personas con problemas de desarraigo familiar, social, sin empleo o con deficiencias físicas y psíquicas. El proyecto persigue la inserción sociolaboral a partir de un trabajo que consiste en recuperar muebles y objetos usados.

Sobre los 400 metros cuadrados de la nave de Son Bugadelles, por ejemplo, se han puesto a la venta ropa de segunda mano «arreglada», muebles restaurados y muebles nuevos construidos a partir de la madera sacada de muebles viejos o somieres. Una representación de los trabajadores de la Fundació Deixalles de Calvià, de diversas nacionalidades y razas, se dirigieron a los asistentes para agradecer la labor social de esta iniciativa.