Unos 70 escolares del colegio público Jaume Fornaris de Son Servera
se quedaron ayer «con el agua en los labios» al acudir a celebrar
el fin de curso que, en principio, se preveía refrescante y que se
convirtió en uno de los más calurosos que recuerden, ya que la
piscina municipal estaba aún fuera de servicio: no tenía agua y
estaba sin limpiar. Además, los recipientes de cloro y las
mangueras estaban por los laterales de la piscina con el peligro
que suponen los productos químicos.
Los maestros y los escolares habían previsto pasar las mañana en
la piscina y después merendar en el polideportivo, pero sólo
pudieron realizar la segunda actividad. «Esta situación es
indignante, lo que no puede ser es que el jefe de mantenimiento del
polideportivo se comprometa a tener la piscina en condiciones para
hoy a las 11'00 horas y te la encuentres vacía y con setenta niños
muertos de calor», advirtió una de las profesoras.
Ante esta situación, los profesores decidieron transmitir sus
quejas a la dirección del centro escolar para que «adopten las
medidas que consideren necesarias», explicó una profesora, quien se
quejó de la «total dejadez del Ajuntament de Son Servera».
La jornada de ayer también se saldó con los enfrentamientos
entre los profesores y el técnico de mantenimiento del
polideportivo, Juan Pedro Clemente, porque «intentó sacar a los
niños fuera del recinto».
El PP de Son Servera apoyó las quejas de los profesores y
afirmó: «Es un resumen del trabajo que han hecho este año».
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