Miles de personas se pasearon ayer por las Avingudes para visitar los 'stands' expuestos en la 'fira'. Foto: ASSUMPTA BASSA

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A.BASSA/ M.FUSTER Las Avingudes de Manacor se transformaron ayer en una zona abierta al comercio y a la artesanía. Una extensión de cuatro kilómetros repletos de expositores y carpas hacía muy difícil la elección, puesto que la oferta era muy tentadora.

Miles de personas salieron a la calle en una feria de septiembre muy concurrida y con más oferta que nunca. Hasta 400 comerciantes, 250 procedentes de fuera y el resto de las Avingudes, participaron en esta importante muestra. Además, fue un día de suerte para los comerciantes. El sol, que ha sido el gran ausente de este verano, brilló más que nunca e invitó a la gente a salir de sus casas.

Ayer, se cumplió la quinta edición de la Fira de Setembre en las Avingudes. El objetivo es potenciar el comercio de esta zona y, en la presenta edición, la feria duró toda la jornada, completándola con diversas actuaciones musicales que tuvieron lugar toda la tarde. La variedad era una de las notas características, porque todos los sectores estaban representados. Había una amplia exposición de coches, barcas, productos artesanos, bordados, bisutería, calzado, telas, productos ecológicos y un largo etcétera.

El balance, según el presidente de la Asociación de Comerciantes de las Avingudes, Joan Egidos, ha sido muy positivo puesto que «de esta manera, la gente puede observar todo lo que se hace en Manacor». A lo largo de las Avingudes, había 65 expositores de hierro instalados por el Ajuntament de Manacor y carpas donde para los productos de artesanía y los típicos de la cultura mallorquina.

También visitaron la fira, el alcalde de Manacor, Miquel Riera (ALM-UM), acompañado por el resto de la Corporación municipal, el conseller d'Innovació i Energia, Príam Villalonga, y el vicepresidente del Consell, Miquel Nadal.