Centenares de personas celebraron ayer la adquisición por parte del
Govern balear de la finca de Son Real, en Santa Margalida. La
apertura oficial de las puertas de la finca al público se realizó
en un ambiente marcadamente festivo y estuvo protagonizada por las
visitas guiadas por las casas de la posesión, las ruinas de es
Figueral y la necrópolis de Son Real, considerada la más importante
del Mediterráneo occidental.
«La ecotasa ya ha dado resultado, Son Real ya es una finca
abierta y de todos», dijo el president Francesc Antich, que destacó
el «increible» valor patrimonial, natural y arqueológico de los
terrenos. Guiado por el historiador Gaspar Valero y acompañado por
el conseller de Turisme, Celestí Alomar, Antich recorrió la finca.
Sin querer entrar en polémica por la ecotasa, el alcalde de Santa
Margalida, Antoni del Olmo (PP), que también participó en la
celebración, se mostró «muy contento con la compra de una finca
emblemática de nuestro municipio». No obstante, dijo esperar que
«no sea como con otras fincas que el Govern ha comprado y que
siguen cerradas».
Una preocupación sin razón de ser si se tiene en cuenta que,
según explicó el conseller Alomar, desde la Conselleria de Turisme
se prevé fomentar visitas a la finca por parte, no sólo de turistas
sino también de escolares, tercera edad y los isleños en general.
Así, una de las primeras actuaciones será habilitar la casa dels
senyors para convertirla en albergue provisional, mientras se
realiza el proyecto de reforma definitivo y plan de usos.
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