Las obras del tren de Petra han generado una gran polémica en el municipio.

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C. RUIZ/M. FUSTER
El Partido Popular anunció ayer la interposición de una querella criminal por presunta prevaricación contra la concejal nacionalista de Petra Catalina Mas por votar a favor de la recalificación de unos terrenos propiedad de su marido, Antoni Munar, y su socio Miquel Alzamora. Después de denunciar en reiteradas ocasiones que afiliados y simpatizantes del PSM se han beneficiado con la modificación del trazado del tren por fuera del municipio, el PP se ha decidido a ir a los tribunales.

El diputado del PP Antoni Llamas criticó duramente la «ocultación» de datos del expediente de reapertura del tren y denunció las «mangarrufas» que se han cometido en Petra. El marido de la edil compró unos terrenos en marzo de 2002 y un mes después, en abril, el Ajuntament aprobó la recalificación de suelo de rústico a urbano con el voto favorable de Catalina Mas. Llamas admitió que esta recalificación no tiene nada que ver con el cambio del trazado, pero «forma parte de la 'operación Petra'».

Según el PP, personas relacionadas con destacados miembros del PSM como el marido de Catalina Bover, directora general del Govern; el padre de Sebastià Reixac, secretario general técnico; las hermanas del alcalde Joan Font o el portavoz de la plataforma Tren per Defora, han adquirido terrenos al lado del antiguo trazado. A juicio de Llamas, «Francesc Antich, Francesc Quetglas y Pere Sampol son padrinos de las inversiones privadas de los militantes del PSM en Petra. Tenemos constancia de que el PSOE tenía esta información pero no la ha sacado».