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C.MORENO
Un total de 26 colles de Santa Maria llenaron de color las calles con el tradicional desfile que se inició en la Plaça Hostals y finalizó en la Plaça Nova donde se llevaron a cabo una serie de juegos tradicionales. Éste es el cuarto año consecutivo que las colles del pueblo animan el ambiente con motivo de las fiestas patronales de Santa Margalida. Una de las novedades ha sido la incorporación de las colles Figa Flor, integrada por las personas mayores del pueblo, y Carabassots.

A lo largo de esta semana, cada una de las colles ha ido llenando de color las calles con las banderas y carteles donde cada uno de los grupos reta a los otros.

«Es una fiesta muy sana que se caracteriza por la elevada participación de la gente», explicaba la alcaldesa Rosa Vich, que animó en la calle a todos los participantes.

Además de la sana rivalidad que hay entre las colles, esta fiesta también se caracteriza por el elemento sorpresa ya que en los juegos populares nunca falta alguna novedad inesperada. Este año la colla Cuques Molles, que fue la ganadora del año pasado, ha sido la encargada de realizar el pregón de fiestas.