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La polémica antena de telefonía móvil ubicada sobre el número 16 de la calle Rodrigo de Triana de Portocolom fue retirada ayer por la empresa promotora que, de esta manera, acata la sentencia del Juzgado Contencioso Administrativo número 1 de Palma que desestimó el recurso interpuesto por la promotora contra la resolución del alcalde Miquel Julià el 10 de julio de 2002, en el que ordenó la clausura y paralización del repetidor.

Esta antena provocó la movilización de los vecinos de la calle Rodrigo de Triana y el camino de Can Gaià de Portocolom, ya que vincularon la aparición de 23 casos de cáncer en dos años y medio a la colocación de dos antenas separadas por una distancia de 100 metros. Con todo, la antena no tenía la pertinente licencia de actividad ni de instalación. Además, en el decreto recurrido por la empresa, el alcalde hace constar que las antenas «pueden llegar a presentar un factor destacado de conflictos en nuestra sociedad y una fuente permanente de perturbación de la calidad de vida de los vecinos».

La sentencia que desestima el recurso de la empresa de día 7 de julio de 2003, entre otros motivos, se hace referencia también a las molestias a los vecinos: «La administración local tiene el deber de actuar y velar por los intereses en conflicto que se han revelado trascendentes al ser objeto de preocupación por parte de los vecinos».