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La llampuga ha conseguido recuperar el valor gastronómico y comercial que le corresponde gracias a la Mostra de la Llampuga, que ayer llegó a su segunda edición y que consiguió superar todas la expectativas. Más de 8.000 personas se dieron cita en el muelle de Cala Rajada para degustar una veintena de recetas elaboradas a partir del pescado azul. Un conjunto de restaurantes, hoteles y la cofradía de pescadores elaboraron unos 24 platos con 3.000 kilos de llampuga.

Se pudieron degustar desde la típica llampuga frita con pimientos rojos hasta sofisticados platos como mousse de pa amb oli con llampuga asada, pizza de llampuga o suprema de llampuga oriental. Una de las novedades de este año fue que el visitante tuvo la posibilidad de comprar el pescado fresco y también se ofrecieron para degustar recetas elaboradas con otras variedades de pescado como el salmonete o la maira. Un expositor de la Conselleria d'Agricultura i Pesca también dio a degustar llampuga y sardina ahumada.

La degustación estaba acompañada de un texto sobre tipos de ahumados que se consumen más. «Se trata de comercializar estos productos elaborados con la finalidad de desestacionalizar la temporada de estos pescados», afirmó una de los miembros del estand del Govern. La Mostra de la Llampuga se llevó a cabo durante toda la jornada de ayer y tanto para la comida como para la cena se registraron récords de visitantes.