El final del verano llegó y la reactivación de proyectos es una
realidad. Las obras vuelven a la Colònia de Sant Jordi y a su
polémico paseo de primera línea de costa. El alcalde de ses
Salines, Sebastià Vidal, informó que faltan unos 450 metros para
culminar el proyecto. Se prevé sea todo un hecho en el mes de abril
de 2004.
Ahora se tiene que acometer la «adecuación paisajística del
límite urbano» de Cala Galiota. Esta fue unas de las zonas objeto
de actuación que provocó más debate entre los diferentes agentes
implicados, ante la posible degradación medioambiental y pérdida
del carácter tradicional del enclave.
Asimismo, resta por instalar una plataforma de madera en el faro
de sa Puntassa. Mucha gente visita este punto del litoral, objeto
de múltiples pintadas.
Por otra parte, el Ajuntament ha contactado con los propietarios
de la plaza Hotel Marquès para llegar a un acuerdo y poder llevar a
cabo el paseo en su conjunto (unos cuatro kilómetros). Este espacio
ocupa más de 600 m2. Se habla de un posible cambio de destino
urbanístico de solares de la zona del Rancho y de otros situados
ante el Centre Cívic. Estos podrían acoger en un futuro
instalaciones sociosanitarias. De este modo, el Consistorio
dispondría de terrenos para ceder al Govern en caso surgir
iniciativas de edificación. Todo ello está en un estado
embrionario, habiendo un intercambio inicial de impresiones.
El presupuesto del paseo superó los 1.300 millones de pesetas,
aportados cuando Jaume Matas era ministro de Medio Ambiente.
Esta temporada ha destacado la afluencia de gente que ha ido a
pasear por el paseo en cuestión. La nota negativa han sido algunos
destrozos de mobiliario que han acontecido. Hay gran expectación
por conocer la imagen final del proyecto.
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