El concesionario de es Coto y Els Estanys retiraba ayer parte de su servicio.Foto: T.O.

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La temporada alta tiene sus días contados. A finales de este mes la práctica totalidad de hoteles ruedan la llave. Los concesionarios de playa, principalmente de hamacas y sombrillas, ya han empezado a desmontar sus servicios, en lo que ha sido, según afirman, una de las peores campañas turísticas, al menos, de los últimos diez años. La costa de la comarca de Migjorn reflejaba ayer una imagen menos saturada de bañistas, tumbonas y parasoles que de costumbre. En es Trenc, el emblemático arenal de Campos, se detectaba a poca gente nadando. En contraste, un considerable número de extranjeros tomaban el sol o se paseaban a pie por la orilla.

En las playas de es Coto y dels Estanys, el concesionario Guillem Bauçà iniciaba la retirada de hamacas y sombrillas, junto con otros dos trabajadores. Bauçà contabiliza un total de 420 hamacas y 210 sombrillas. «Iremos desmontando hasta el día 25, aproximadamente», apuntó. En su opinión, «la temporada ha sido mala. Aunque el tiempo haya sido bueno, poca gente y poco dinero. Incluso ha sido peor que 2002». «Se nota la crisis económica de Alemania. El descenso va paralelo», concluyó el mismo. En su caso, Bauçà hace pagar 4,50 euros al día por una hamaca. Mientras que el coste de dos hamacas y una sombrilla lo tiene fijado en 9 euros.

Paralelamente a la progresiva retirada de servicios, en determinados puntos del litoral del sur de Mallorca se observa una acumulación de residuos; plásticos, papeles, restos orgánicos, etc. Volviendo a es Trenc, se evidencian las consecuencias de una asistencia masiva de gente en el esplendor del verano: retroceso de la playa por la pérdida de arena (el agua casi alcanza los búnquers, cuando antaño estas edificaciones estaban camufladas a una considerable distancia del mar).