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El color gris decoraba ayer por la mañana el cielo de la comarca del Pla. Afortunadamente eso no fue obstáculo para que la tradicional Fira de otoño de Porreres fuera un año más un gran escaparate con destacado protagonismo de la ruralía y la artesanía. Asimismo, muchos feriantes y comerciantes hicieron buenas ventas gracias a la notable afluencia de visitantes. En este sentido, decenas de conductores tuvieron dificultades para estacionar su vehículo.

Al mediodía el gris se esfumó dando paso al azul y el sol hizo lucir todavía más la celebración, que volvió a reflejar el dinamismo y carácter emprendedor del pueblo. Este año había la XX Mostra de Bestiar, la III Fira Jove Educativa, la IX Mostra de Productes Porrerencs (con estands de embutidos, galletas, la cooperativa agrícola, Prilac, etc), la III Mostra de Fusters, un espacio para el sector de Materials de Construcció, la V Mostra de Cavalls de Raça y una exhibición ecuestre (durante este acto trabajó un «ferrador» de caballos), y muchas exposiciones, destacando «XXV Anys per l'Art i la Cultura de Porreres» que celebra el Grup Foganya en s'Escorxador municipal.

El alcalde Joan Sastre estuvo acompañado de autoridades insulares y autonómicas, como los consellers Joan Josep Cardona y Miquel Àngel Borràs, y el vicepresidente del Consell, Miquel Nadal. El programa de la feria anunciaba varios actos más por la tarde.