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Alrededor de medio millar de vecinos de Manacor presentarán alegaciones en contra del proyecto de la variante norte que contempla el Pla de Carreteres y anuncian movilizaciones si no se retira o «como mínimo» no se modifica. Una representación de este colectivo, integrada por Joan Mas, Mateu Gayà y Pere Oliver, éste último actuando como abogado de los propietarios y afectados, expresaron ayer sus quejas y expusieron sus argumentos al posicionarse en contra del proyecto que consideran «totalmente inútil y que a pesar de su alto coste, no paliará de manera mínimamente satisfactoria los problemas de tránsito en la carretera C-715 a su paso por Manacor».

Otro de los motivos que exponen es «un injustificable coste en destrucción del territorio, que con la innecesaria agresividad, afecta directamente a un centenar de propiedades que se verán definitivamente dañadas. También afecta, por razones de proximidad, a tres o cuatro veces más fincas y casas habitadas». Para el colectivo, la carretera ocasionará graves perjuicios debido al «drástico corte de 17 caminos que constituyen una excelente red de movilidad de los habitantes y usuarios de los alrededores.

De esta manera, los 4,2 km de variante actuarán como una infranqueable barrera separadora de un territorio hasta ahora bien comunicado». Los vecinos critican que el proyecto tiene un grave impacto ambiental: se tendrán que construir «multitud de excavaciones y terraplenes con más de ocho metros de profundidad o de altura, lo que nos da una idea de la feroz agresividad sobre el paisaje».