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R.P.F
Santa Maria celebró ayer su primera Festa del Vi oficializando así lo que hasta ahora había sido una tradición espontánea, la de colocar a las puertas de los cellers y bodegas un brote de pino para anunciar el inicio de la venta del vino viejo. Siete cellers y bodegas del municipio entregaron ayer a modo simbólico a la alcaldesa, Rosa Vich, el vino viejo para recibir a cambio el tradicional brote de pino que desde hoy colgará en sus establecimientos. Tras la ofrenda hubo una gran torrada con degustación de vino incluida. Hoy desde las 10 hasta las 13 horas, los siete cellers y bodegas que participan en esta primera Festa del Vi abren sus puertas a las visitas inaugurando la que se conocerá como Ruta dels Cellers y que de aquí en adelante se ofertará cada sábado, de 10 a 13 horas.

Los visitantes podrán conocer así más de cerca desde hoy y hasta el próximo junio, cada fin de semana, el proceso que se sigue en la elaboración de los vinos, a través de una ruta que nace con un carácter promocional de uno de los principales productos que se elaboran en el municipio. Santa Maria es el único pueblo de Balears que ha mantenido de forma ininterrumpida la tradición de colgar el brote de pino a las puertas de sus cellers y bodegas cuando pone a la venta el vino viejo. Sólo algún pueblo catalán y alguno austriaco han conservado también de forma ininterrumpida el mismo símbolo.