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El Consell de Mallorca se verá obligado a adoptar un acuerdo de pleno con el objetivo de dejar sin efecto y suspender las polémicas licencias de obras de nueve viviendas unifamiliares en suelo no urbanizable de la zona costera del Caló den Rafelino y de sa Gruta y que, precisamente, la Comissió Insular d'Urbanisme autorizó el año 2003. El Consell autorizó los citados proyectos de construcción de viviendas, pero advirtió al Ajuntament de Manacor que no podía conceder licencia y que, consecuentemente, tendrá que indemnizar a la propiedad. El Ajuntament consideró que esta actuación «no se ajusta a la legalidad» y presentó alegaciones en contra y, ahora, el Tribunal Superior le da la razón y tendrá que ser el Consell el que desautorice las licencias, teniendo que hacer frente a las indemnizaciones pertinentes.

Con la sentencia del Tribunal Superior emitida el pasado 15 de diciembre, el Ajuntament de Manacor está exento de pagar las indemnizaciones por las polémicas licencias de obras y en último extremo; el Consell tendrá que asumirlas. A raíz de la sentencia favorable al Ajuntament, el alcalde de Manacor, Antoni Pastor, envió en el día de ayer una carta al Consell de Mallorca, instando a la institución insular a que de cara a la próxima sesión plenaria «lleve a consideración este punto y adopte el acuerdo de suspender licencias». Con la sentencia queda clara, por tanto, que la responsabilidad patrimonial recae en la administración responsable de esta actuación, el Consell y no el Ajuntament.

Precisament fue por el dilema de competencias que se generó entre el Ajuntament y el Consell que el gobierno municipal y la agrupación local de ALM-UM, liderada por el ex alcalde y ahora conseller de Cooperació Local, Miquel Riera, llegaron a un serio enfrentamiento. También la concesión de licencias de obra en la zona del Caló den Rafelino y de sa Gruta fue denunciada por el PSM, por el PSOE y hasta por el grupo ecologista GOB. La construcción de estas licencias para viviendas-chalet en un tramo aún sin urbanizar de la costa manacorina, supondría un grave atentado paisajístico porque se consolidaría una urbanización desde Porto Cristo hasta s'Illot.