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Un auténtico vertedero incontrolado y nido de ratas. Este es el calificativo que muchos vecinos y propietarios de terrenos de la zona rústica del Pla de Son Mas de Manacor, en la carretera vieja de Sant Llorenç, dan a los terrenos propiedad de la empresa de transportes Aumasa, que unos meses atrás se tenían que convertir en las futuras naves e instalaciones mecánicas de la flota de autocares de Manacor.

Se trata de un extenso solar en suelo rústico que el Consell de Mallorca tenía que declarar de interés general, pero que finalmente no fue así. Ahora, esta gran extensión de terreno permanece, a pocos metros del casco urbano de Manacor, invadido de escombros de materiales de obra, basuras, hierros, neumáticos, plásticos y todo tipo de material de deshecho.

Desde que la Comissió Insular d'Urbanisme denegó el interés general a Aumasa en 2002, los terrenos del Pla de Son Mas, al estar abandonados, se han ido degradando de una manera alarmante. Ahora, los límites de la ciudad de Manacor topan físicamente con un nuevo vertedero incontrolado de basura. Contra este estado de abandono y acumulación de suciedad que presenta el solar en cuestión, los vecinos y propietarios de fincas de la zona agrícola, han empezado a levantar su voz de alarma. No en vano, una plataforma de vecinos que se constituyó en contra de la declaración de interés general ya alertó, en su momento, sobre el peligro de degradación del suelo rústico, una vez se iniciaran los movimientos de tierra. Pese a todo, sus advertencias han acabado por confirmarse.

Si unos terrenos han sido objeto de polémica, éstos han sido los del Pla de Son Mas. Ya a principios de 2002, el ex alcalde Miquel Riera ordenó abrir expediente de infracción urbanística y paralizar las obras que Aumasa había iniciado sin licencia.