Capdepera quiere convertirse en un municipio libre de cables aéreos.

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El conflicto generado entre GESA y el Ajuntament de Capdepera esta en vías de encontrar una solución. El Ajuntament ha propuesto a la compañía energética un plan piloto que consiste en que el coste que supone soterrar el cableado eléctrico -dos millones de euros- sea repartido entre los usuarios en los recibos mensuales, a largo plazo, y a modo de canon.

El alcalde de Capdepera, Joan Ferrer (PP), Y el regidor de Policía, Antoni Mir, se reunieron con el conseller de Comerç y Indústria, Josep Joan Cardona, y con el conseller de Turisme, Joan Flaquer, y en representación de GESA, Bartomeu Reus, y Jaume Reguard. El motivo era encontrar una solución al conflicto que se viene arrastrando desde el 2002 cuando el Govern concedió una autorización para construir una subestación en Capdepera. Las Normas Subsidiarias del Ajuntament obligan al soterramiento de las líneas eléctricas y GESA no quiso asumir el coste que ello supone, dos millones de euros, alegando que no estaba obligada por la normativa y que ello seria un agravio comparativo en relación a otros municipios. Como medida de presión, GESA decidió desde el pasado mes de octubre no conceder ninguna otra alta en el municipio hasta que no se solucionara el conflicto en base a que no había potencia suficiente para ningún abonado más.